El sistema de salud en la provincia de Mendoza padece muchas deficiencias que se han atribuido a la gestión del exgobernador Alfredo Cornejo y a la actual administración de Rodolfo Suárez. Recortes presupuestarios, falta de recursos y personal y serios problemas en la atención primaria, pusieron en jaque a un sector clave en la vida de los mendocinos. 

El complejo escenario tiene réplica en las encuestas que muestran un claro retroceso de la candidatura del senador nacional Alfredo Cornejo de cara a las elecciones a la gobernación. Como contraparte, emerge la figura de Omar De Marchi, el diputado del PRO que rompió con Juntos por el Cambio para armar el bloque La Unión Mendocina, que sigue creciendo en los sondeos al tiempo que suma intendentes de distintas fuerzas políticas a su campaña. Si bien Cornejo resultó el ganador de la elección Paso, Omar De Marchi quedó en una posición muy competitiva frente a las generales.

Está claro que la salud es uno de los puntos flacos del programa electoral de Cornejo y la ciudadanía tomó debida nota. Durante la administración de Alfredo Cornejo, se realizaron recortes significativos en el presupuesto destinado a la salud pública. Estos afectaron negativamente la capacidad del sistema de salud para proporcionar servicios de calidad a la población. Además, la falta de inversión en infraestructura y la escasez de personal médico y de enfermería se convirtieron en problemas críticos en los hospitales y centros de salud de la provincia.

La atención primaria de salud, fundamental para prevenir enfermedades y promover la salud de la población, reportó fallas en la cobertura y la calidad de la atención se desplomó en Mendoza durante el período de Rodolfo Suárez, aliado a Cornejo, al mando del gobierno. Las deficiencias en el sistema de salud afectaron de manera desproporcionada a las comunidades más vulnerables, que parecen darle la espalda a la candidatura de Cornejo, quien supo ser una figura influyente en la política argentina y hoy está en franca retirada.